Un relámpago apenas
Besas como si fueses a comerme.
Besas besos de mar, a dentelladas.
Las manos en mis sienes y abismadas
nuestras miradas. Yo, sin lucha, inerme,
me declaro vencido, si vencerme
me declaro vencido, si vencerme
es ver en ti mis manos maniatadas.
Besas besos de Dios. A bocanadas
bebes mi vida. Sorbes, sin dolerme,
tiras de mi raíz, subes mi muerte
a flor de labio, Y luego, mimadora,
la brizas y la rozas con tu beso.
Oh Dios, oh Dios, oh Dios, si para verte
bastará un beso, un beso que se llora
después, porque ¡oh, por qué! no basta eso.
Blas de Otero
6 Comments:
Pahh, muuuuuuy fuerte... Y yo q ya empecé mi finde!!! Socorrooo
huy...como se las gastaba el tal de Otero, eh?
seguro que más de una le cayó con esos versos.
jeje, me los apuntaré yo a ver si tb funciona con los tios!!!
"Besos de Dios"... ay, qué sublime, la combinación del deseo meramente carnal con la divinidad que nos toca, que nos devora, que nos posee... la poesía es una droga deliciosa.
Saluditos y un abrazo, niña.
;)
esta wapo el SONETO, eh? es el ke mas me gustó de mis clases de Literatura de este curso,...
nunca me canso de leerlo *o*
Qué buen soneto el que has elegido de Blas de Otero, a quien leí por vez primera hace muchos años, en su libro titulado "País". Una grata sorpresa encontrarlo en este bello blog tuyo
me alegro de ke lo conozcas Angel! se nota ke tienes muy buen gusto! besos
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