miércoles, abril 05, 2006

LSDV

Recuerdo que aquel alba de junio me desperté gritando. El corazón me batía en el pecho como si el alma quisiera abrirse camino y echar a correr escaleras abajo. Mi padre acudió azorado a mi habitación y me sostuvo en sus brazos, intentando calmarme.

- No puedo acordarme de su cara. No puedo acordarme de la cara de mamá -murmuré sin aliento.
Mi padre me abrazó con fuerza.

- No te preocupes, Daniel. Yo me acordaré por los dos.

Nos miramos en la penumbra, buscando palabras que no existían. Aquélla fue la primera vez en que me di cuenta de que mi padre envejecía y de que sus ojos, ojos de niebla y de pérdida, siempre miraban atrás.






La sombra del viento, Carlos Ruíz Zafón

2 Comments:

At 7:26 p. m., Blogger sacris said...

Tengo que leer ese libro.

1bst

 
At 6:14 p. m., Blogger soshan said...

ya decía yo que me sonaba...
y es que empecé a leerlo este verano pasado, y por esas cosas de la vida que te olvidas y lo dejas, pues eso, lo dejé olvidado y no acabé de leerlo.
así que ahora que me lo recuerdas tendré que retomarlo, que me da rabia dejar los libros a medias...

un abrzao!

 

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